Fidel Castro fala sobre a homosexualidade en Cuba


Aunque no hay nada que denote en él malestar alguno, creo que a Fidel no le va a gustar lo que voy a decirle:

–Comandante, todo el encanto de la Revolución Cubana, el reconocimiento, la solidaridad de una buena parte de la intelectualidad universal, los grandes logros del pueblo frente al bloqueo, en fin, todo, todo se fue al caño por causa de la persecución a homosexuales en Cuba.

Fidel no rehuye el tema. Ni niega ni rechaza la aseveración. Sólo pide tiempo para recordar, dice, cómo y cuándo se desató el prejuicio en las filas revolucionarias.

Hace cinco décadas, y a causa de la homofobia, se marginó a los homosexuales en Cuba y a muchos se les envió a campos de trabajo militar-agrícola, acusándolos de contrarrevolucionarios.

–Sí –recuerda–, fueron momentos de una gran injusticia, ¡una gran injusticia! –repite enfático–, la haya hecho quien sea. Si la hicimos nosotros, nosotros… Estoy tratando de delimitar mi responsabilidad en todo eso porque, desde luego, personalmente, yo no tengo ese tipo de prejuicios.

Se sabe que entre sus mejores y más antiguos amigos hay homosexuales.

–Pero, entonces, ¿cómo se conformó ese odio al diferente?

Él piensa que todo se fue produciendo como una reacción espontánea en las filas revolucionarias, que venía de las tradiciones. En la Cuba anterior no sólo se discriminaba a los negros: también se discriminaba a las mujeres y, desde luego, a los homosexuales…

–Sí, sí. Pero no en la Cuba de la nueva moral, de la que tan orgullosos estaban los revolucionarios de dentro y de fuera…

–¿Quién fue, por tanto, el responsable, directo o indirecto, de que no se pusiera un alto a lo que estaba sucediendo en la sociedad cubana? ¿El Partido? Porque ésta es la hora en que el Partido Comunista de Cuba no explicita en sus estatutos la prohibición a discriminar por orientación sexual.

–No –dice Fidel–. Si alguien es responsable, soy yo…

Entrevista a Fidel Castro no diario mexicano La Jornada. Tirado do blogue La pupila insomne