¿Quien paga el pato?

Tienen los telediarios contados con los dedos de una mano. Sin hechos, pero sobre todo sin discurso social, por mucho antifranquismo que consigan aglutinar (que tampoco es para tanto), sus aliados tradicionales están renegando en estos momentos y jurando en arameo, bable o andaluz.

Con todo, lo peor, insisto es que paguen el pato pensionistas y la ayuda al desarrollo. Con esta reducción no sólo se pone un obstáculo más al cumplimiento de los objetivos del milenio, sino que se condena a un montón de gente a la indigencia en el corto plazo. Gente de carne y hueso, no en abstracto, que cargará con el castigo que debió aplicarse a otros, no en abstracto, sino con personalidad física y jurídica notoriamente conocida.

Do blogue El pobrecito veedor