Otra política es posible

Es ya un clásico la escena en que el pistolero encañona a su víctima y le obliga a cavar una fosa. La víctima sabe, aunque lo calle, que esa fosa está destinada a recoger su cuerpo tiroteado. El parecido con la realidad no es pura coincidencia. El gobierno socialista se está cavando su propia fosa. Los pistoleros de los mercados le están apuntando directamente y en lugar de revolverse contra ellos, con una masa de aliados a su espalda que echaría para atrás a los golpistas de las bolsas, o se acojona, o se piensa que la fosa tiene otro destinatario, o no cree en las posibilidades de hacerles frente, ni con aliados ni sin aliados que valga.

En estos momentos, otra política es posible. Hay que decirlo bien clarito. Otra política, que no es revolucionaria, que simplemente tendría tintes socialdemócratas, y que desde luego no tiene nada que ver con la que preconiza el PSOE ni por supuesto con la del PP, que haría exactamente igual o peor, diga lo que diga ahora para presentarse como el partido de los pensionistas.

Otra política es posible, artigo do blogue El pobrecito veedor.