Lo que me preocupa es que frente a esa situación el rechazo tome la forma que justamente le interesa a los responsables de todo eso. Y me extraña especialmente que esa actitud tan equivocada se produzca en muchas personas de gran prestigio intelectual y a las que se les supone gran capacidad de análisis.
Me parece efectivamente que frente a esa corrupción y frente a la degeneración de la democracia y de los espacios de la política y del poder representativo mucha gente reacciona con la misma tautología con que lo hacen los liberales frente al mal funcionamiento que tantas veces tiene el sector público. Los liberales dicen "como el estado funciona mal, que se privatice todo". Es una tautología porque es evidente que la única o mejor alternativa a un mal sector público no es un sector público inexistente sino uno que funcione bien. Sobre todo, cuando sabemos que su existencia es fundamental para que se garanticen derechos humanos esenciales.
Juan Torres no artigo ¿Rechazar la política?