Alguén debería dicirlle a Feijóo que xa gañou



Gobernar es algo más que vivir en Monte Pío, tener un asiento más que los otros en el Parlamento y comprobar que los despachos están llenos de amigos. Y por supuesto, es algo distinto de centrarse en intentar aniquilar al adversario, objetivo más o menos legítimo en política, pero que por lo que se ve, distrae de la gestión. Un ejemplo es la llamada trama agraria. Los funcionarios están -además de para poner su sueldo a disposición de las necesidades de la macroeconomía- para mejorar la calidad de los servicios que el ciudadano recibe de la Administración autonómica, en este caso, no para mejorar las expectativas electorales del partido que sustenta a la Xunta. Abrir expedientes informativos sin más resolución fundamentada que proporcionarle munición a un portavoz parlamentario o ejecutar operativos de inspección tipo sincronicemos-los-relojes en sindicatos puede que sea más estimulante que la rutina diaria, pero las formas democráticas ya se sabe que son aburridas.

Do artigo Díganle a Feijoo que ya ganó de X.M.Pereiro